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Porque desde que te conocí te vi como alguien diferente. Porque desde que crucé la primera palabra contigo, sentí una conexión especial. Porque simplemente me hacías sentir bien. Porque el primer día que nos vimos en persona, sentí confianza contigo. Porque desde Octubre de 2016, la vida tiene otro color, otro sentido, otra alegría.

Preocúpate, en vivir para ti misma.

Hoy he entendido que cuando una pierde las fuerzas, tiene que empezar a deshacerse de x cosas de su vida. Que la vida es una, no está hecha para vivir para los demás. Vive por y para ti. Para plantar tus estudios, y conrear éxitos.  Hay que deshacerse de cosas, aunque duela, aunque sea un chasco el hecho de hacerlo; pero supongo, que al quitarse algo que no te deja avanzar, das más de ti. Das el 100% en vez de seguir dando un 50%. Das todo, para poder alcanzar la cima. Y así será, espero.  Hoy he tomado una difícil decisión, pero es mi salud, o mi salud. Creo que la elección no es muy difícil. A mi yo del futuro, decirle, que espero que esta decisión, traiga buenas oportunidades.

Nota mental: no te ilusiones.

No te ilusiones por nada, ni por nadie. Vive el día a día, vive el momento, y deja que las cosas lleguen a su debido momento.

Little things.

A veces, no valoramos los pequeños detalles, sin darnos cuenta de que estos son los que hacen grandes cosas.  Que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás. Porqué la vida son momentos, aunque ahora, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, desperdiciando esos momentos que no vamos a poder ver de nuevo, esos que ya han desaparecido. Y han desaparecido por no saber valorarlos, por no saber valorar esas pequeñas cosas, esos pequeños detalles, esos, que marcan la diferencia, que son tan bonitos, o más, como los grandes, son incluso más importantes, porque no ocurren muy a menudo, solo ocurren en determinados momentos, y es ahí, cuando se hacen aún más especiales, porque llega de sorpresa, sin que te lo esperes, y tienes que estar avispado, para no perdértelo.  Que una simple mirada puede cambiarlo todo, o simplemente los pequeños detalles que puede hacerte una persona especial y no un gran regalo, como po

Sufrí, amé, viví, lloré.

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Desayuné tus besos en amaneceres de verano, me envolví en tus brazos en tardes de invierno, y te echaré de menos en las noches de primavera. Probé el elixir y a la vez veneno de tus besos, sufrí el miedo a perderte cada noche, escuché las voces que me alejaban de ti con violencia, pero solo presté atención a las que me acercaban a ti y tu inocencia. Sufrí, amé, viví, lloré. No quise escuchar las advertencias, preferí quedarme con las experiencias. Nunca quise correr, ni separarme de tu lado, pues ahí encontré todo lo que había buscado.         

Rastro.

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Una de las últimas noches de verano, he decidido asomarme al balcón con la cámara en la mano (como de costumbre) y con una mente dispuesta a crear algo único. No sabía muy bien que iba a salir, el cielo, algún edificio... pero pensé, me paré a observar detenidamente y caí en la tentación del modo bulb, sí, ese modo que a todo fotógrafo nos pierde, ese modo en el cual se puede jugar con la luz creando cosas como estas. Rastros de luces rojas y blancas en medio de una carretera de la ciudad. Rastros distintos. Rastros con historias diferentes (unos vienen de vacaciones, otros salen de trabajar, otros van a cenar...) No sé vosotros que opinaréis, pero, a mi estas fotos me vuelven loca.

Miedo y amor

Tengo miedo. Miedo a que algún día gires la esquina y no te vuelva a ver aparecer por ella. Miedo a darte el último beso. Miedo a darte el último abrazo. Miedo a mirarte por última vez. Miedo a dejar de escuchar tu voz. Miedo a dejar de sentir tu piel. Miedo a dejar de verte. Miedo a olvidar tu olor. Miedo a que algún día dejes pasar todo esto, que abandones, que te rindas. Miedo a dejar de hacerte feliz. Miedo a dejar de celebrar cada día 8. Miedo a perderte. Y es que te quiero... con tus manías, y tus defectos. Con tus prontos y tus locuras. Con tus 'baja que voy a por ti'. Con tus 'vamos a escaparnos, quiero irme lejos contigo'. Con tus caricias. Con tus besos. Con la imaginación puesta en vivir un futuro a tu lado, porque no sabes la ilusión que me hace. Puedo estar loca, puedo hacer mil tonterías, puedo cometer errores. Pero lo que si que sé, que es 100% real, es que no quiero dejar de vivir nada de lo que he vivido y vivo contigo.

Hilo rojo.

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Cuenta la leyenda que hay un hilo rojo que conecta a aquellas dos personas que están destinadas. Un hilo rojo que se estira si se distancian, pero nunca se rompe. Se cree, que este hilo tiene el poder desde que nacemos, de unirte a la persona que te acompañará toda la vida, aunque no la conozcas esa persona siempre estará ahí, y de repente, un día aparecerá y conectaréis (más). Un hilo rojo que es capaz de encontrar a la persona perfecta, aquella que te saca tu mejor sonrisa, aquella que te cuida como nadie lo hizo antes, aquella que te quiere como te mereces que te quieran, aquella que está ahí pase lo que pase. Y eso es lo bonito de las parejas que este hilo une, que son más fuertes que cualquier terremoto, que pueden luchar contracorriente por su felicidad, y que nadie va a conseguir nunca cortarles el hilo que les une. En definitiva, podríamos decir que es un hilo mágico, un hilo que te hace feliz, un hilo que te hace especial. Posdata: yo he tenido la suerte de en

casi 6 meses sin ti.

Sé que llego tarde, llego tarde a decirte todo aquello que no te dije cuando pude, todo aquello que debí decirte cuando estabas a mi lado... Y es ahora cuando me arrepiento (como suele pasar), de no haberte dado todos los abrazos que merecías, de no darte las gracias por haberme hecho ser la persona que soy hoy, de no haberte dado las gracias por todas aquellas cosas que hiciste por mi. Tal vez, nunca conoceré persona tan fuerte... aunque me reñías cada dos por tres cuando dejaba la habitación desordenada, cuando me decías que te pintara las uñas y se me olvidaba, cuando no ayudaba a mi madre, cuando no hacía las cosas correctas... pero a su vez, eras la primera en felicitarme cuando hacía las cosas bien; eras la primera en soltar lágrimas de emoción cuando veías que todas aquellas  cosas por las que luchaba, las conseguía; eras la primera en decirme que pensara en mi, en mi futuro, y que estudiara todo aquello que amaba, y aquí me ves... haciendo uno de mis sueños realidad. Y q

[...]

Es como una adicción, que te envuelve, te enloquece, te mata. Te vuelve vulnerable pero valiente, inteligente, y a la vez, el peor de los tontos. Es algo que entra y arrasa con todo peor que un huracán, y se convierte en el único habitante del cuerpo. Llega cuando menos te lo esperas, y no puedes huir de ello. Pero si logras escapar, te encontrará para recordarte que existe, que está ahí, que una parte fundamental de tu vida, lo que le da sentido. Si lo posees, tienes el riesgo de sufrir, pero si careces de él, lo necesitas más que al alcohol, más que al tabaco, es la peor de las drogas. Es exótico y a la vez común. Si intentas buscarle sentido, perderás tu vida en ello, porque no lo tiene. Eso es lo que hace extraordinario, único, inimitable, inconfundible, adorable, odiable, inquietante, excitante... loco. Si alguna vez encuentras una medida capaz de medirlo, entonces perderá su nombre. Es la mejor de las enfermedades, y si intentas curarla, aumentarás el dolor que produce. Un
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Es algo que no planeas. Un día te despiertas, te conectas y conoces a alguien interesante que te cae bien, que te hace reír... en principio sólo eso. No sabes que en ese mismo instante, la vida te ha cambiado para siempre. Sigues hablando con esa persona, y cada vez estás más agusto con ella. Compartís historias, risas... es como si le conocieras de toda la vida. Cuando no estás hablando con ella, recuerdas sus palabras y sonríes. Cuando estás solo en tu cuarto, recuerdas su voz, y sonríes. Cuando estás haciendo un examen, recuerdas sus bromas, y sonríes. Cuando escuchas su nombre, y sonríes, mientras sientes un pequeño cosquilleo. Es como si gracias a ella, hubieras olvidado todas las cosas malas que te rodean, como si no existieran las desgracias, y todo fuera alegre y precioso. Lo malo empieza, cuando empiezas a soñar con esa persona y cuando te conectas, expresamente para estar con ella. Sientes cosas extrañas, que jamás has sentido con personas que ves cada día, que puedes tocar.