Past...

Se va, así porque sí, desaparece de tu vida. Lloras. Pasa el tiempo. Consigues olvidarle. Pasa más tiempo. Pero de repente... ¿qué?
Vuelve, vuelve como si nada hubiera pasado. Vuelve con toda la simpatía del mundo justo cuando ya era parte de tu pasado. Vuelve para trastocarlo todo. Pero tú... tu ya no piensas en su nombre, no. Piensas en otro, otro mejor. Otro que ha conseguido llenar el vacío que él dejó al marcharse. Y esto. Esto el que se marchó debería saberlo, que el tren solo pasa una vez en la vida, y si le dejas ir por trenes mejores, te arrepentirás de haber dejado pasar a esa persona con la que sentías cosquillitas en el estómago, y con la que sonreías al oir su nombre. Así que, desde aquí, te digo, que lo siento por ser el tren que dejaste pasar, espero que encuentres otro tren, y lo pares de la mejor forma, como tu bien sabes hacer.

Y que el pasado, pasado es.

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