Perdida en él.

Ella se sentía perdida en sus pupilas; perdida en sus ojos; perdida en su sonrisa; perdida en su voz; perdida en él. Sumergida en un caos del que difícilmente podía escapar, aunque tampoco quería, ¿por qué? Porqué era el caos más bonito que había habitado nunca -como el que se enamora de un lugar-. Era el caos que la hacía sonreír cada mañana. El caos al que le dedicaba todos sus tweets, y el caos que no la dejaba ser normal. Como el mismo caos que sentía en su estómago cada vez que él se le acercaba, le hablaba, o simplemente la miraba. Pero, era un caos bonito, un caos que la hacía sonreír, y no hay nada más bonito que una sonrisa verdadera, y más si esa sonrisa tiene un motivo tan bonito como lo era él.
Ella sabía que no podía ir más allá, que todo se iba a quedar ahí, en nervios y felicidad cada vez que le veía -excepto cuando le veía con otras-. Que probablemente, él tenga otro caos, que le haga sentir lo mismo que él le hacía sentir a ella -aunque, ojalá, y ella sea su caos-, y eso daba pena. Daba pena porqué todos sentían que estaban destinados a estar juntos, todos excepto ellos. Ella no se atrevía a saber si él le quería. Y él, tampoco se lo demostraba, o sí, pero no dejaba nada claro.

Pero ella dijo: "prefiero no arriesgarte y tenerte, a arriesgarme y perderte." Porqué ella prefería seguir sintiendo esos nervios, esas mariposas, quedarse hipnotizada en su mirada, dejar que le cale dentro, a que esa mirada le evite -porqué sí, porqué pasa, porqué somos tan inútiles que cuando una persona siente algo por nosotros pero no es mutuo, le ignoramos, y no, no tendría que ser así-.


Comentarios