Distancia...

Hay personas que te caen bien, personas que ni fú ni fá, personas que mejor hubiera sido no haber conocido nunca, y luego están las personas que te marcan la vida. Esas que hacen que tus días sean menos grises, ya sea porque las tienes presentes, a tu lado, o bien lejos, a distancia, pero sabes que siempre están ahí para todo: las que están a tu lado son porque viven en la misma ciudad, o en el mismo pueblo que tú, y probablemente, las conocieras en clase, o en una fiesta; y las que están a distancia (pero que no por esto son menos importantes) son porque en la mayoría de casos las has conocido por una red social como puede ser twitter, o también puede existir la posibilidad de que vivieran en tu ciudad pero se hayan mudado lejos.
Yo conozco a gente de ambas partes, y aunque la gente no lo suele entender, para mi, la mayoría de estas personas que tengo lejos (las cuales las he conocido a través de twitter), son muchísimo más importantes que las que puedo llegar a ver todos los días, porque aunque no haya tenido la oportunidad de verlas en persona, sé que aunque sea a través de una dichosa pantalla, están ahí, haciéndome sonreír como las que más.
De toda la gente que conozco, solo tengo más afinidad con las de Madrid y una de Alicante, y creedme, que no hay nada más bonito, que esperar vernos con ansia, sabiendo, que un día más que pasa, es un día menos que falta para vernos. Muchas personas (sobre todo los padres) dicen que estas amistades no sirven para nada, pero ellos no saben lo que es sufrir cuando ves que tu amiga está mal y no puedes abrazarla, qué te gustaría estar con ella en ese justo momento, y no puedes; lo que sufres cuando conoces a esta gente desde hace más de un año y aún no has podido escuchar su dulce voz cerca, no has podido abrazarla, ni haceros mil y una foto juntas, hacer el tonto por medio de la calle sin miedo a ser reconocido (al menos para los forasteros), reír juntas hasta llorar; o que las conoces, pero solo habéis podido estar unos minutos juntas, y es ahora, cuando hace tiempo que no la ves y lloras, lloras de impotencia, lo pasas mal, por no poder hacer nada para volver a abrazarla. Pero la distancia es cuestión de ser fuertes, y si la vida nos quiere, nos veremos pronto, porque la distancia es eso, un maldito trozo de espacio envidioso entre nosotros, que no quiere vernos juntas.




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